Las mujeres de Andrea Torres Balaguer

Hace unos días me crucé con la obra de Andrea Torres Balaguer. Las composiciones sencillas, los colores intensos, el misterio en torno a las figuras… en general sus últimas fotografías (las series «The unknown» y «Moon») me llamaron especialmente la atención.

Mujeres con diferentes vestimentas, recogidos y cortes de pelo se muestran ante el espectador con la cara tapada, bien por la posición de la figura o bien por una pincelada contundente y de trazo grueso que les oculta el rostro. Las figuras parecen habitar un espacio y un tiempo indeterminado. En casi ninguna obra hay un detalle que pueda decirnos algo más de la persona que estamos contemplando, el único recurso como espectadores es dejar volar la imaginación.

De la serie «The Unknown»

«Mi trabajo está hecho de sueños, el surrealismo, el misterio y la idea de la historia de ruptura» explica Andrea sobre su trabajo. La artista barcelonesa empezó trabajando con la técnica de transcripción de los sueños y el surrealismo como grandes influencias de su trabajo, después empezó a explorar la creación de situaciones imaginarias basadas en sus propias experiencias y referencias. «Me interesa cada imagen que dice algo, que permita la posibilidad de imaginar, que genere historias y opiniones pensando en el concepto de la escena-acción».

En estas dos series, «The Unknown» y «Moon», Andrea hace un ejercicio de deconstrucción del significado del retrato fotográfico tal y como lo conocemos para provocar en el espectador un estado onírico, en el que el mundo real se entremezcla con el imaginario. De esta manera, cada espectador puede llevar la imagen a su propio mundo interior, a su imaginario colectivo, y darle su propia interpretación.

«Creo que las fotografías deben ser provocativas y no contarte lo que ya sabes», dijo en una ocasión Duane Michals, uno de los grandes referentes de Andrea, además de Annie Leibovitz o Sally Mann. Influenciada por estas ideas, Andrea Torres crea imágenes que sugieren historias e invitan a imaginar.

Gingerbread, 2016

Además del intento de búsqueda de una lectura que juegue entre los límites de realidad y ficción, hay otros aspectos que no se muestran por casualidad en estas dos series de Andrea Torres, como la composición de los colores o la posición de las figuras, que añaden significado y profundizan en su discurso artístico. También es importante la luz, como en alguna ocasión ha dicho la propia artista «No creo mucho en los aspectos técnicos salvo en la luz: Estoy totalmente obsesionada con la luz natural y de dónde viene».

Andrea nació en Barcelona en 1990 donde se licenció en Bellas Artes. En 2017 fue galardonada con el Premio de Fotografía del Palau Solterra por una exposición colectiva. También ha sido galardonada con el Premio nuevos talentos de la Galería Artesvistas. Para ella, la fotografía «es mi hobby y mi trabajo al mismo tiempo, pero sobre todo es una necesidad».

Descubre más sobre su trabajo en www.andreatorresbalaguer.com

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