La Fundación Sandretto se estrena en Madrid

La semana pasada, dentro del Programa VIP de la Feria Drawing Room Madrid, tuve la oportunidad de visitar la recién inaugurada Fundación Sandretto Re Rebaudengo que tiene su sede en la Fundación Fernando de Castro o Asociación para la enseñanza de las mujeres, un lugar privilegiado.

La Fundación ha inaugurado, coincidiendo con la celebración de ARCOmadrid, un programa de exposiciones y actividades en la capital, además de la primera edición de su Programa de Residencias para Jóvenes Comisarios. La primera de las exposiciones de este programa la protagoniza el artista estadounidense Ian Cheng y está comisariada por Hans Ulrich Obrist.

Ya desde la bienvenida a la visita nos recalcaron la importancia que la Fundación da a su equipo de mediación, quienes se acercan al visitante desde un enfoque pedagógico y basado en el «one to one». Una de las mediadoras fue la encargada de acercarnos de manera muy personal y sin parecer que repetía un texto memorizado la obra de Ian Cheng.

La exposición, presentada bajo el título «Emissaries», presenta una trilogía de simulaciones potencialmente infinitas, generadas por ordenadores que utilizan múltiples modelos de inteligencia artificial, estructurados conjuntamente. La historia que se ve nunca es la misma, ya que en estas piezas el arte se convierte en un medio vivo que gracias a unos algoritmos informáticos hace evolucionar lo que vemos hacia una infinitud de posibilidades. La intención es levantar en el espectador sentimientos de confusión, ansiedad y disonancia cognitiva con los momentos de cambio.

Las simulaciones, como explica la Fundación, se caracterizan por una trama narrativa: los tres episodios, ubicados en el mismo espacio, pero en épocas distintas, trazan cada uno un momento clave de la historia de la evolución cognitiva, pasada y futura. El resultado es un mito épico de la creación donde una inteligencia artificial evoluciona en el intento de alcanzar una sensibilidad humana.

El espacio en el que las obras se presentan atrapa la mirada del visitante, pero las piezas no dejan indiferente. Su gran formato hace que el propio espectador se sienta parte de la trama que se en ella se desarrolla.

Junto a la exposición, el artista presenta un libro en el que se guía al lector desde la primera hasta la última página para reproducir este tipo de obras.

La muestra es una oportunidad para conocer la obra de Ian Cheng, que expone por primera vez en España, pero también para ver un poquito más de esa Asociación para la enseñanza de la mujer tan desconocida en la capital.

Deja un comentario